lunes, 18 de agosto de 2008

Presentamos la Copa "Teoría del Chancho"

Apenas nos enteramos de que Clarín volvía a lanzar su mítico "Gran DT" -como no podía ser de otra manera, aggiornado a los tiempos: por internet-, miles de personas sentimos renacer un cierto espíritu entre ingenuo y apasionado y adolescente, y mentalmente nos pusimos a pensar en jugadores, estrategias, a recordar cuando elegíamos a Trotta y a Pedro Barrios porque eran defensores que metían muchos goles, cuando éramos tan felices porque el jugador que habíamos puesto casi por completar el equipo con la guita que nos quedaba era la figura de la cancha...

Bueno, la cuestión es que retorna El Gran DT, y este blog creó el torneo de amigos Copa "Teoría del Chancho", que dirimirá al mejor director técnico de entre quienes frecuentamos este cochino espacio. Por el momento, el torneo cuenta con dos equipos: Club Atlético Cementerio Académico, de Facundo Salvatore, y Varela Fútbol Club, de quien escribe estas líneas. Y por medio de este post invitamos a todos los que quieran participar y competir con nosotros; el que esté interesado, que deje un comentario o nos mande un mail, y le diremos cómo sumarse.

¡Y que viva el fóbal!

sábado, 9 de agosto de 2008

200 años

Las grandes ciudades del mundo tienen un monumento que las identifican.
New York tiene a La Estatua de la Libertad, Roma al Coliseo, Sydney a su majestuoso Teatro de la Ópera y Florencio Varela –lugar en el que habito- posee esta maravillosa obra arquitectónica:


Ustedes se preguntarán qué demonios es eso. Se trata de un monumento cuyo reloj digital contabiliza la cantidad de días que faltan para el 9 de julio del año 2016, día en que nuestra Nación cumplirá 200 años de independencia.

¿Y para qué sirve? Esteeemmm… para nada, pero seguramente el día en que ese contador digital esté en cero, todos los varelenses nos reuniremos a sus pies para festejar el bicentenario de nuestro país junto con el Intendente que nos gobierne en aquél entonces (que, dicho sea de paso, seguramente será el mismo de ahora, ya que ocupa su cargo desde el año 1991).
¿Y por qué mejor no programan el contador para el 25 de mayo del 2010, que se cumplen 200 años de la Revolución de Mayo y no se corre el riesgo de que se arruine el monumento durante todo este tiempo? Esteeemmm… seguramente porque la Revolución de Mayo no fue más que una revolución de burgueses y no del verdadero pueblo. Creo que debe ser por eso.
¿Y porqué instalar ese monumento ahora, cuando todavía faltan 8 largos años para el día del festejo y se corre el riesgo de que el contador se rompa? Esteeemmm… creo que me están llamando.
¿Y qué sentido va a tener ese contador después del 9 de julio del 2016? Facundo, el que no se hequiboca, aparece como desconectado y puede que no conteste.

sábado, 2 de agosto de 2008

Parecidos dolorosos

En España hace mucha gracia la palabra “chancho”, porque no la conocen: sólo usan la palabra “cerdo” para referirse al animal que es una deidad para este blog. El cuento se llama “Los tres cerditos”, si alguien hace algo asqueroso los demás dicen “qué cerdo eres” y no hay sinónimos para llamar al guarda del tren. Bueno, en realidad la lista de cosas que se llaman de distinta forma sería casi interminable. Por ejemplo, a los Muppets los llaman “los Teleñecos” y la Rana René se llama “Rana Gustavo”. La que sin embargo se llama igual es Piggy, que es –por motivos que no hace falta explicar– el muppet preferido de este blog.

Al pensar en la señorita Piggy recuerdo a una ex compañera de trabajo, muy bonita ella aunque descontenta con lo muy respingado de su nariz. Es que esta característica causó, durante los años de su infancia y adolescencia, que sus compañeros de escuela la cargaran por su parecido con la chanchita de los Muppets. Esta chica admitía tener una especie de trauma por todas las cargadas recibidas, y Piggy era, sin dudas, una enemiga.

Eso me hizo pensar qué comparaciones con personajes de ficción me habían herido a mí, más allá de no haberse transformado en un trauma ni mucho menos. Y recordé que alguna vez me dijeron que me parecía a Shaggy, el flaquito amigo de Scooby Doo. Y que quienes allí estaban se rieron mucho con la comparación. Y que a mí no me gustó nada.

Sé que –TVR mediante– está bastante trillado el tema de los parecidos, pero se me ocurrió preguntarles a los lectores de este blog (y también a sus demás hacedores, por supuesto):

¿Qué parecido con un personaje de ficción les dolió alguna vez, o les sigue doliendo?